jueves, 17 de septiembre de 2009

ay la compu

Es una situación lamentable. De pronto llegas a tu casa y descansas. Pero quieres hacer algo más que descansar. Necesitas entretenimiento y para eso, prendes la computadora y te conectas a Internet. Revisas tus páginas web favoritas, escribes e-mails, ves videos, bajas música, juegas y chateas. Todo eso haces. La computadora está ahí, lista para funcionar y satisfacer tu necesidad (y tu vicio, tal vez) con todos sus programas y aplicaciones. Sin embargo, hay días negros, oscuros, nefastos, en los cuales te dispones a prender la computadora y ésta no funciona, no puedes usarla. Y te sientes fastidiado, triste, abrumado. Qué hacer entonces. Tu fiel compañera está mal y no tienes el remedio inmediato. Tienes que esperar. Como cuando un familiar está enfermo y te preocupas y lo atiendes y quieres que se recupere de inmediato, de la misma manera quieres que tu computadora prenda, porque quieres chatear ahorita, no mañana ni pasado, quieres hacerlo ya. Quieres ver videos, quieres leer blogs, necesitas mirar las fotos de tus amigos en el facebook, te urge bajar el último cd de tu grupo favorito y maldita sea, no puedes, porque a la compu del carajo no le da la gana de prender. Entonces, es cuando te das cuenta de tu absoluta dependencia, de tu completo enviciamiento a ese aparato frente al cual pasas gran cantidad de tu tiempo sentado, golpeando el teclado con las puntas de tus dedos, moviendo el mouse como un loquito para todos lados. Y siendo consciente de ello, sólo te queda esperar a que la bendita computadora vuelva a prender. Mientras tanto, mira la tele, lee un libro, escucha música o duerme. Todo será mejor el día de mañana y podrás iniciar sesión para que el alma te vuelva al cuerpo.

no sé

Cuando viniste a preguntarme te respondí no sé. Cuando llamaste a preguntarme te respondí no sé. Cuando me escribiste un mail preguntándome te respondí no sé. Cuando me mandaste un mensaje al celular con la pregunta te mandé un mensaje de respuesta que decía no sé. Cuando la respuesta es no sé, pues es no sé. Qué otra cosa podemos responder cuando no sabemos. Pero cuando te respondí en todas las formas posibles lo que me preguntaste con la frase no sé, tú me dijiste cómo que no sé. Y la respuesta que te dí es la respuesta más simple y directa. Además es verdad. No sé sólo significa no sé. Y si tengo que responder a una repregunta que dice cómo que no sé, solo me queda contestar no sé cómo. Alguno de ustedes sabe que más se puede contestar cuando la respuesta es no sé. Yo no sé.

martes, 15 de septiembre de 2009

pelo mojado

de pronto el mal humor ocasionado por el tumulto y el remezón en el bus se esfumó.
de pronto el pelo mojado irrumpió en la escena y con su aroma a limpio cambió todo.
de pronto ese olor perfumado y esa textura húmeda redujeron el sueño a lo mínimo.
de pronto esa incursión sensorial acabó sin más con la pereza de las ocho de la mañana.
de pronto la mano entre la nuca y un leve movimiento empujó todo el pelo hacia fuera.
de pronto, a lo lejos, huelo, percibo y aprecio la visita del pelo por unos cuantos minutos.
de pronto me bajo y nada huele igual, o sea, de pronto vuelve el sopor. use shampoo.

cómo vas

y si me preguntan como me preguntaste, cómo vas, pues no sé bien qué responderte. cómo voy, creo que bien, pero tampoco sabré decirte a dónde porque no se si eso es lo que quieres que te responda. cómo vas, me dices, pudiste haberte referido a cómo vas a tu casa, o cómo vas a decirle eso pedazo de huevón. o quizás también, sería una opción, digo, que me preguntes como vas a salir por favor tráeme una gaseosa de la bodega. pero cómo vas a tomar gaseosa si estás mal de la garganta. como vas a pie al supermercado, pónte zapatillas "cómovas"o cómodas. cómo das, podría ser una pregunta similar, diré entonces ahora por la mañana al saludar "hola, cómo das". y si eso suena interesante, de hecho que sí, como preguntando cómo das esa plata sin asegurarte de que te la devuelvan o cómo das un beso así oye malcriado. cómo las, me las como, como las empanadas pero no como las aceitunas. ya, "cómo más", como más panes que tú, como más te demores en comprarlo, más te va a costar. cómo vas a escribir algo así, eso es lo que quisiste preguntarme, creo, ¿o no?. "hola, como las huevas".

jueves, 10 de septiembre de 2009

saludo básico


hola amigos como están qué tal qué dicen cómo está la familia todo bien felizmente qué bueno cuidate mucho espero que te vaya bien todo pasa por algo solo Dios sabe todo da vueltas saludos por casa no te pierdas ya estamos hablando hay que quedar para vernos coordinamos que sea lo más pronto posible fue un gusto verte a los años un abrazo fuerte hermano me avisas cualquier cosa estamos para servirnos qué ocurrencia

this is it

era lógico que la industria no iba a tardar mucho en sacar una pela sobre michael jackson... habrá que esperar para verla en octubre!!

miércoles, 9 de septiembre de 2009

descansiesta

he leido tanto respecto a los efectos beneficiosos de la siesta y ante la imposibilidad de tomarla dentro de mi edificio laborístico me he visto en la obligación de buscar donde echarme para reposar mi hermoso cuerpo. no hay sitios adecuados para eso, lamentablemente, así que he empezado a invadir los parques de la ciudad y acostarme en las bancas, que aunque incómodas, me permiten adoptar una posición horizontal para descansar unos breves minutos. quisiera poder hacer como los obreros y albañiles que tranquilamente se echan en los jardines o montículos de arena sin ninguna preocupación de ensuciarse porque sus ropas siempre están más sucias que el piso.

el día de ayer, recostado en una banca, trataba de acomodarme y reducir la incomodidad de las maderas que me soportaban echado, el sol me daba en la cara pero pude ubicarme de tal forma que las ramas de unos árboles me hacían sombra. acomodé las piernas como pude y cerre los ojos para soñar. dormí cerca de media hora y a pesar de una ligera molestia en la espalda, sentí que había descansado. y fue solo media hora de siesta porque un jardinero del parque me pasó la voz, para preguntarme si yo era propietario de un auto mal estacionado al costado del parque. yo medio dormido aún le respondí que no y él se disculpó por haberme despertado e interrumpido mi dulces sueños. luego de un par de minutos quise buscar al jardinero y decirle huevón, tú crees que si el auto fuera mío estaría echado en una banca del parque, estaría durmiendo adentro del vehículo, recostado en el asiento. pero ya no lo hice y me paré, me estiré y regresé a laborar.

lunes, 7 de septiembre de 2009

zapatillas


No has mirado bien a tus zapatillas. No las has valorado. Acaso no te has dado cuenta lo valiosas e importantes que son. Míralas un rato, aprécialas, aunque parezcan objetos inanimados, inertes, tienen un significado. Así con sus pasadores caídos, quizás con la suela medio despegada, las zapatillas sucias y olorosas están contigo. Te acompañan y te hacen sentir bien. Cómo no tomarles cariño, cómo no quererlas y tomarlas en cuenta al ponértelas un sábado para salir a pasear, a correr, a bailar. La comodidad que te brindan y el aspecto con el que te hacen lucir son invalorables, desde que las compraste hasta el día de hoy, tú las ves bonitas, ves que chéveres son y confirmas que no te equivocaste en la elección cuando las preferiste antes que a otras que también te gustaron pero que no te convencieron del todo. Me imagino que las miras ahora y que le pasas un trapito para limpiarle la punta. Cuando sales, te ves caminando con ellas y sonríes contento. Cuando cruzas las piernas, las vuelves a ver. Cuando por alguna circunstancia se desatan los pasadores y te agachas para amarrarlos y ajustarla bien. Y luego de la jornada, te sientas en la cama y te sacas la zapatilla, salen tus pies extenuados. De repente, sientes un aroma que se ha producido lógicamente por el sudor de tus pies al andar. Ya con tus pies descalzos sobre el piso, tomas una de tus zapatillas con las manos porque has notado una mancha, un rasguño y te da pena, como si se tratara de un daño ocasionado a tu zapatilla. La tienes en la mano, la miras como si la compadecieras, quizás te la acercas a la cara y hueles un poco su interior y a pesar de que huele mal, es tu olor y no te quejas del aroma que percibes. La vuelves a poner al suelo y juntas las dos las pones debajo de la cama o quizás las guardas en su sitio. A la espera de una nueva jornada, mientras tú te acuestas en tu cama, tus zapatillas reposan en donde tú las has dejado, con los pasadores que descansan echados a los lados ansiando volver a encontrarse unidos por un nudo feliz.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

baño tocado

me ha tocado el baño tocar. y si no me tocara tocar igual tocaría. podría ver y entrar con tranquilidad al baño. no lo dudes. pero tocar no me fue permitido, solo mirar me fue concedido y por un par de segundillos. no lo quise así, la voluntad del baño fue, el destino así. toco y abro, si el baño no te cubre, la intimidad se descubre. pudiste haber gritado, o con tu mano haberte tapado, sin lograr que ya haya mirado y la memoria lo haya recordado. luego de varios días pasados, vi y encontré, el temor me visitó, la duda me consumió. nunca había pasado y no lo he verificado. un lugar de gente poblado y un sitio ocupado. si no lo has asegurado luego no puedo ser inculpado. casi ni he hablado y rápido se ha levantado. callado y avergonzado, me he retirado. tú has salido y sin haber reconocido ya he fugado sin haberme pronunciado. y no lo iba a contar pero ya está publicado.