me usan de una manera muy tirante, la verdad es que yo lamento profundamente que nunca pueda estar suelto, liberado y cómodo. me trato de acomodar en las piernas que debo vestir y cubrir completamente, dándoles forma cuando en muchos casos no tienen forma alguna. es una ardua labor la que cumplo y no solo cuando estoy pegadísimo a las piernas sino también cuando llego a la parte del derrière y se supone que esa es mi mejor parte, el sentido de mi existencia, la función primordial para la cual he de existir. pero nadie agradece el valioso trabajo que llevo a cabo. no he recibido ningún reconocimiento como pantalón apretado levanta pompis ni nada por el estilo. y pienso que debería recibir alguna condecoración por todos los éxitos que suelo lograr y, cómo no, por el tremendo sacrificio que padezco estando horas de horas apretando las carnes de las piernitas y piernotas, así como de los potos que se acomodan dentro de mi. soy un pantalón apretado y vengo a alzar la voz, a levantarme frente a todas las demás prendas que nunca tendrán que cumplir una misión similar a la mía. yo tengo que estar siendo levantado de rato en rato y mostrar siempre mi mejor "cara", tener la "sonrisa" pantalonera sin quejas de ningún tipo. y no es justo, yo creo que podría estar mejor considerado y valorado. espero que mi voz se escuche, porque sino dejaré de apretar lo que debe apretarse y luciré completamente suelto y holgado para que nada de lo que tienes, y sobre todo lo que no tienes, se pueda ver. seré un buzo de dormir.
Crítica #902: LA GATA QUE SE COLÓ EN MI SHOW
Hace 2 horas.
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