jueves, 30 de abril de 2009

sino te cae tu golpe

claro, porque me dijo eso de golpe de tres ahi en los jardines.... y yo entendí pero después pensé, elucubré y dije ni huevón, a mi no me gusta la violencia y menos cuando es ejercida contra mí... si un solo golpe duele, que sea de tres, puta, ni cagando... sería una masacre... por eso le dije que llegaba tipo tres y que no quiero nada de golpes.

te aviso cualquier cosa, finalicé mi comunicación... y no sabía si le iba a avisar cualquier cosa, o algo relevante... o si también yo tomaba a la otra persona como "cualquier cosa", entonces lo denominaba así pero no creo que a alguien le guste que le digan o que lo vean como "cualquier cosa".... te aviso, cualquier cosa que eres, que ya voy a llegar...

tipo 3, o tipo media hora más. pero llego... tipo tipo tipo.

somos gordos

Somos gordos
Pues los dos sentimos mucho hambre profundo
Y con eso ya tragamos el plato más grande de este mundo
Devoramos, y eructamos
Como gordos nos despachamos y hasta a veces repetimos
y sin razón, nos empanzamos.

Somos gordos
Mantenemos un abdomen grande y duro
Como todos, nos empujamos el alimento con apuro
Para llenarnos
Para zamparnos el más fino de los quesos
Comer pollo hasta chupar todos los huesos
Sin hacer más comentarios, somos gordos.

lunes, 13 de abril de 2009

señales

mis ojos miran de frente cuando voy caminando porque hay una señal en la calle que dice: prohibido voltear a la derecha. así me pasen la voz las personas a mi costado.

y sigo caminando de frente aunque me haya equivocado de rumbo porque hay una señal en la calle que dice: prohibido voltear en U. entonces no puedo regresar por donde venía.

claro que cuando hay una señal en la calle que dice: no tocar el claxón, yo me siento aliviado.

vencimiento

tengo la maniática costumbre de revisar la fecha de vencimiento de los productos que consumo, sean alimentos, medicinas o de cualquier otra índole. no puedo evitar hacerlo. me ha pasado que si por algún descuido dejo de verificar la fecha y luego de consumir el producto, constato que estaba vencido, me pongo mal, siento que algo me puede pasar. y casi nunca me pasó algo, pero de todas maneras no dejo de revisar. aunque parezca una manía, creo que está bien lo que hago. será difícil que lo pase por alto. ayer me corté la yema del dedo índice y me empezó a salir sangre, entonces grité y fui a buscar algun líquido desinfectante como alcohol y no encontré, sólo había algodón y vi un aseptil, pero cuando le di la vuelta al frasco la fecha de vencimiento decía abril del 2007. ni cagando. dos años!!. así que simplemente me enjuagué con bastante agua hasta que dejara de sangrar y me cubrí la herida con el algodón. lo jodido es que la herida en el dedo índice es incómoda, porque es uno de los dedos que más se usan para escribir en el teclado. todo el día le he estado dando al dedo sobre las teclas. pobre!!

ah y yo estaba en el tema del vencimiento porque me importa. por algo es que establecen esa fecha. es una verdad. no es un plazo inventado. si está puesto allí es para que sea respetado. nunca he pensado que los encargados de envasar un producto marcan la fecha de vencimiento por huevear o para cumplir con una formalidad. el vencimiento es relevante. si no lo toman en serio, pues consuman algún producto vencido y corroboren ustedes si no tiene importancia lo que les digo. luego de que sufran los efectos y el daño esté consumado por el producto consumido les diré: "¿ven si miento?, no miento!!"

y ya pues, si no les pasa nada, es que son inmunes y les diré: "¿ven?, sí miento".

lunes, 6 de abril de 2009

árbol y edificio

Estaba en la calle, parado al borde de la vereda. Era de noche y de pronto me sentí cansado de mirar siempre hacia delante y observar a las personas y a los carros transitando. Así que decidí en ese momento levantar la mirada, reclinar mi cabeza hacia atrás, lentamente para que no me duela el cuello, y contemplar el cielo oscuro y poco nublado de la ciudad. Apenas y podía encontrar alguna estrella en esta noche de otoño. Fui entonces moviendo mi cabeza hacia un lado, sin bajar la mirada, siempre mirando hacia arriba y de pronto me topé con un poste de luz naranja. Me detuve a mirarlo un instante y luego continué observando. De pronto, me encontré con un edificio muy alto de color verde y frente a él un árbol, no tan alto pero bastante frondoso y amplio. El edificio se veía muy moderno con sus ventanas, sus balcones, algunas luces prendidas. Por su parte, el árbol lucía imponente con sus ramas y sus hojas extendidas a lo ancho. Yo me puse a mirar a ambos, al árbol y al edificio. Los comparaba inevitablemente y no pude evitar llegar a la conclusión de que la belleza del árbol era superior largamente a la del edificio, que con su cemento y su modernidad no podría jamás tener esa presencia ni ese atractivo que luce el árbol. Un árbol que la naturaleza nos ha brindado y que podemos apreciar en toda su majestuosidad. Y que el hombre no podría nunca reproducir tal y como lo vemos con nuestros ojos, con la cabeza reclinada hacia arriba, como lo he hecho yo.