jueves, 16 de mayo de 2013

huevos

los huevos, claro.los huevos, claro que tienen clara y yema. y si coges un huevo con la yema de tus dedos podrás sentir la textura lisa de su frágil cáscara. hay que tener huevos y para tenerlos hay que comprarlos. dame huevos, quiero huevos, un par de huevos.

me he asustado y tengo los huevos de corbata. pero estos huevos no combinan con el saco y la camisa, como sí combina la corbata. entonces es una corbata huevona. pero hay que ver cuando uno tiene huevos, significando con ello, cuando uno tiene valor, coraje y determinación. porque si no tienes huevos, eres un cobarde y pusilánime. no te atreves porque no tienes huevos. y a pesar de que tus huevos están siempre allí, en el mismo lugar, esos dos huevos que en realidad son testículos y están alojados en la bolsa escrotal, te dicen que te faltan huevos.o en todo caso, eres un huevón, y si no tienes huevos cómo puedes ser huevón, pregunto. porque no es verdad eso de que eres huevón porque tienes los huevos grandes y te pesan y por eso actúas como un completo huevón. los huevos pueden ser chicos o grandes y en realidad, como en el cuerpo nada es simétrico, un huevo es más grande que el otro. vamos, hablo de los testículos, está claro. y si te duele que te digan huevón, te dolería más que te hinchen los huevos con una patada en esa zona pélvica, golpeando salvajemente el escroto y afectando seriamente con ello tus gónadas masculinas. el dolor no tiene explicación posible.

por eso, concluyo esta huevada diciendo que no seas huevón, porque hay que tener huevos y si llega la hora del almuerzo, entonces te pides un bistec con papas fritas y dos huevos fritos encima, con salsita y con la yema reventada, si es que así te gusta, que te revienten la yema siempre y cuando no te revienten los huevos, mi estimado huevonaso.

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