Hoy leí en algunas portadas de los diarios limeño que hubo falta de seguridad y, por ende, violencia desatada en el festival del Callao el último sábado. Yo soy un fanático de la salsa, pero lo que ocurre en ese festival no me gusta. Son unos tumultos insoportables y una incomodidad general. Y vienen a cantar los representantes de la salsa dura (Willie Colon e Ismael Miranda), pero yo no los puedo ver porque lamentablemente, mi afición por la salsa no va de la mano con el ambiente que se vive en un concierto de salsa, con algunas personas sin educación (por decirlo bonito), o sea choros, pandilleros y demás especies de la fauna urbana. Me llega no poder asistir a festivales con músicos tan renombrados. El año pasado fui al Callao con toda la intención de entrar pero no pude, además que no llegue temprano, las colas y todo lo que ocurria en el exterior del complejo yahuar huaca era un pandemonium. Compramos entradas en reventa, pero ingresar era imposible. La gente tumbo las paredes, la seguridad privada y los tombos desaparecieron. Me senti aterrado y triste a la vez. Muy decepcionado. A mi me gusta la salsa, sobre todos los demás géneros musicales, pero no puedo convivir con eso. De verdad, no puedo. Mi forma de ser no me lo permite.
1 comentario:
Eterno dilema del que escucha salsa y no puede verla en vivo. No te sientas mal, somos varios los que pensamos y pasamos igual que tu.
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