lunes, 24 de mayo de 2010

qué fácil

tengo hambre y no solo quisiera comerme la comida. quisiera comerme el teclado, la computadora completa, los papeles del escritorio, los lapiceros, los clips, el engrapador y el calendario. a la gente que está sentada a mi costado también. aunque estoy seguro que muchos deben tener un sabor muy desagradable. pero me los quiero comer para desaparecerlos y aunque en mi estómago no vayan a caber, tengo que intentarlo. comer ya no sólo por hambre, sino por un afán de devoración, con el objetivo de provocar la devastación absoluta. comer como la única alternativa posible. y luego de comerme todo lo que me rodea, finalmente comerme a mi y ya sin dedos ni cabeza no tener nada que hacer.

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