En la verdadera historia de la humanidad no ocurrió lo que nos dijeron. Eso de que Adán y Eva vivían felices en el paraíso y que Adán la cagó al comerse la manzana prohibida porque Eva lo incitó a hacerlo es mentira. Eso de que por culpa de la ingesta de una manzana el hombre iba a tener que ganarse la vida trabajando es una gran farsa. Lo único cierto, la verdad de las cosas es que Adán se comió la manzana porque se cagaba de hambre y como Eva no sabía cocinar, lo único que encontró el pobre Adán para comer era esa fruta colgante. Pero Eva al ver a Adán comerse la manzana solito sin invitarle ni siquiera una mordida se molestó con él, se puso furiosa y le empezó a dar de golpes. Y mientras Adán estaba recibiendo todos los golpes de Eva sin responderle, porque a la mujer no se le pega ni con una patada de mula, pensaba en que quizás hubiera sido mejor no comerse la manzana y enseñarle a Eva a hacer un ají de gallina o un pollo al horno con ensalada rusa. Aunque medio huevón Adán, cómo pensar en eso si en el paraíso no había tele ni plus tv ni aventura culinaria ni veinte lucas ni mucho menos dulces secretos. Entonces de toda la golpiza que le propinó Eva al pobre Adán únicamente por satisfacer su necesidad fisiológica esencial, Adán fue poco a poco desfalleciendo por el dolor hasta morirse en los pies de Eva quien tenía las uñas largas porque no se pudo hacer la pedicure en ningún spa ya que obviamente no existían esos lujos en el paraíso. La última expiración de Adán no fue por la boca sino mediante una poderosa ventosidad flatulenta debido a los gases que le produjo la manzana, pues las manzanas son alimentos que contienen mucho gas, se cree que el 20% de su peso es gas, por lo que comer manzanas puede incrementar mucho el contenido de gas en el intestino, lástima que Adán no sabía eso.
Crítica #902: LA GATA QUE SE COLÓ EN MI SHOW
Hace 3 horas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario