lunes, 6 de septiembre de 2010

se ven las caras

a mi me sucede siempre que me fijo en las caras de las personas y luego, cuando me encuentro con la persona propietaria de esa cara, me empiezo a preguntar ¿dónde la he visto?. y entonces empiezo a rebuscar dentro de los archivos de mi memoria, a repasar dentro de mis últimas vivencias y no siempre logro recordar. y luego de transcurridos varios minutos, cuando la persona ya está lejos de mi vista o cuando ya no es útil acordarme, logro recordar y digo “ahhhh, de ahí lo conozco, ahí la había visto, etc”. hoy en la mañana me pasó que vi a una chica viniendo por la vereda y sentía que la conocía de alguna parte, como si fuera mi amiga. esta vez no me demoré en recordar, era la chica que atiende en el starbucks, que me miró y siguió de frente por su camino. entonces me puse a pensar, si la semana pasada que entré a comprar (un café latte grande) esa chica me atendió con una gran sonrisa, desbordando amabilidad y simpatía mientras escribía mi nombre con plumón en el vaso blanco y que, unos minutos después, me preguntó con total frescura si estaba bueno el café cuando me había sentado a tomármelo, pues ahora que ella y yo nos cruzamos por la calle no me dijo ni hola y su mirada no era la misma que en el starbucks. debo entender que la amabilidad de las personas que atienden en el starbucks se termina al cruzar la puerta de la tienda, ¿no?. qué fea huevada. la chica debió decirme: “hola juan pablo qué tal, ¿te vas al trabajo? pues yo tambiéeeeeeeeen wooohoooo!!! que te vaya mostro!!!”. o algo así, mínimo.

1 comentario:

Herr Hauptmann dijo...

Bienvenido al mundo real. El trato amable es una regla de la compañía.