las medias

siempre había pensado en hablar sobre ellas y cómo no aprovechar este espacio personal para hacerlo. ¿te has fijado bien en las medias? ¿en tus medias? míralas bien, siéntelas al ponértelas y al quitártelas. son bien importantes, son las encargadas de cubrir tu pie durante el día. tócalas en algún momento, por el borde que llega hasta tus pantorrillas o a tus tobillos si es que son cortas. es una prenda silenciosa, caleta, poco notoria, pero fundamental. sin las medias es probable que el zapato le haga daño a tu pie, sin ellas puede darte frío al andar descalzo por tu casa. la media protege sin afán de lucir o mostrarse. y por eso es que a muchos les provoca ternura, le toman cariño a sus medias, las usan varios días seguidos, sin cambiarlas por otras, como si cambiarse de medias fuera un acto de traición al pie. es rico andar en medias por el cuarto, hasta resbalarse un poco proporciona una comodidad inigualable. te echas a ver TV o a leer y cuando de pronto dejas de mirar el libro o la tele, ves a tus pies con medias posando sobre el final de la cama o sobre la silla que sostiene tus piernas. las medias. esas fieles compañeras. hasta cuando tiene un pequeño huequito, uno las quiere, no las menosprecia por el maltrato ocasionado por el paso del tiempo o el descuido. llegas a tu casa, un día cualquiera, después de trabajar o de hacer deporte, te sacas los zapatos y ves tus pies con medias. es rico sacarse las medias. claro, ya no están limpias como estuvieron en la mañana cuando te las pusiste. están sudadas, con un poco de olor quizás. pero tómalas, sostenlas con tu mano, apriétalas, no las tires al suelo sin compasión, si te place huélelas un poco o míralas detenidamente. son tus medias y no te fijas casi nunca en ellas. no las trates mal, ni las quieras "a medias". contémplalas unos segundos, siéntelas, pónselas en la cara a tu hermano menor y explícale la importancia de estas prendas. no temas ni le tengas miedo a la media. es tuya.