voy a salir a montar mi bicicliqueta en la tarde para pasear y así contemplar en la ciudad a muchas de las gentes que cíclicamente regresan a sus casas para sumergirse en la rutina. fui testigo hace unas noches de que hay tanto cicliquismo que parecen coincidencias construidas. es cíclico el trabajo, es cíclico el deporte y la diversión, ni qué decirlo. vi que todo pasaba ante mis ojos como había ocurrido ya en reiteradas veces hace más de 15 años cuando yo miraba todo lo que pasaba al frente como un algo nuevo, hechos y situaciones recièn descubiertas. ahora, no me queda más que admitir que me encuentro en una posición desde la cual puedo verificar la repetición de las situaciones, la actuación ha cambiado de intérpretes pero la historia sigue siendo la misma, los roles y los guiones no han sido variados. a veces, veo que en esta cicliquidad se produce el mismo efecto que se da cuando uno pone un disco que ya ha escuchado tantas veces y en el que no encuentra nada novedoso ni atractivo. sin embargo, aunque parezca contradictorio, contemplar una mecánica de conductas repetidas puede causar cierta complacencia en un individuo observador como yo que siempre está subido en la bicicliqueta y que ahora más que nunca encuentra que el ciclo es cíclico y que mis apreciaciones no son consecuencia de algún daño psiclicológico. espero.
Crítica #902: LA GATA QUE SE COLÓ EN MI SHOW
Hace 6 horas.
1 comentario:
hasta el observador cumple su rol en lo cíclico.
Publicar un comentario