recuerdo que a los dieciseis todo era más difícil... eso que dicen que en la adolescencia uno tiene menos responsabilidades que en la adultez y que por ello la pasa mejor y más tranquilo es una gran mentira. existían unas responsabilidades invisibles, propias, intrínsecas, que casi nadie conocía más que uno y que agobiaban tanto o más de lo que puede agobiar a un adulto una enorme deuda sin pagar. y en este recuerdo pienso en todos los conflictos que inventé y que se alojaron en mi cabeza, afectando mis apreciaciones hasta ocasionar algunos trastornos de personalidad. considero haberlos superado, pero cuando recuerdo haber soñado, siento que dentro de la historia creada en mi inconsciente me comporto como si tuviera dieciseis y siento estos padecimientos adolescentes durante el sueño, los cuales no me terminan por afectar del todo, pues creo que por la propia nostalgia termino sintiéndome bien de experimentar esas sensaciones en sueños... y claro, en los sueños tengo miedos y emociones que actualmente no tengo pero que no me molestaría tener... siento leves palpitaciones y veo tantas cosas estando con los ojos cerrados, bien dormido, que la experiencia soñadora se torna para mi satisfactoria. cuando he tenido un sueño de esos, creo despertar medio sonriente pero a la vez triste de que el sueño terminó y que nunca jamás protagonizaré uno igual. de la misma manera que nunca jamás tendré dieciseis.
Crítica #902: LA GATA QUE SE COLÓ EN MI SHOW
Hace 4 horas.
1 comentario:
Te sigo ;)
Publicar un comentario