viernes, 9 de septiembre de 2011

la cola

a nadie le gusta hacer cola. para nada. en la naturaleza humana está incrustada la conveniencia por sobre todas las cosas. uno quisiera ser atendido siempre primero, sin tener que esperar a nada ni a nadie. claro está que existen colas porque existe mucha gente, muchísimas personas que necesitan lo mismo que tú necesitas. y lo requieren al mismo tiempo, en simultáneo, justo cuando tú quieres algo siempre hay por lo menos una persona que también quiere lo mismo. entonces, la idea que se me ocurre es que para no hacer colas en ninguna ocasión, uno debe cambiar de necesidades, modificar sus hábitos y costumbres, transformándolos en menos comunes para que así no se produzca la infeliz coincidencia de que alguien intente satisfacer su primera necesidad en el exacto momento en que tú también lo intentas. es eso, o empezar a exterminar a las personas que están delante de uno en la cola.

mueve la cola o mueve a la gente que está en la cola. saca la cola o sácame de la cola. cólame, cólate o colémonos pero ya no hagamos cola.

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