tu cara es una pregunta que no se responde ni cuando abres los ojos. tu rostro genera una interrogación que no se puede contestar ni cuando abres la boca. no hay explicaciones para entender lo que sucede contigo, entre el pelo y el cuello, está pasando algo malo en ese espacio y nos lo muestras con toda la insolencia que te destaca dentro del mundo de las caras difíciles. me cuesta encarar tu cara así como tenerte cara a cara o peor aún, me sale cara tu cara y si pregunto más, menos me responde, porque ni tus ojos ni tu boca tienen la habilidad de resolver cualquier cuestionamiento natural a su aspecto humano y real. es probable que la nariz que ni se abre ni se cierra, sino que permanece estática y saliente, nos explique de algún modo qué rayos ha pasado, cómo fue no sé decir ni pretendo suponer. sólo sé que de tu cara han salido unas miradas y unas palabras perniciosas que solo logran perturbar plenamente y con dolor. por eso y por muchas cosas más tu cara me cuesta mucho y no la puedo pagar. sólo pegar. pegarte sin preguntarte.
Crítica #902: LA GATA QUE SE COLÓ EN MI SHOW
Hace 2 horas.
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