miércoles, 19 de septiembre de 2007

ya

Hola, vengo a decirte que no te perdonare los errores. No podías practicar con el ave. Tenías que actuar cabalmente para poder capturarla. No te perdonaré el titubeo. El maltrato a sus alas, la incapacidad de caza. En esta selva verde, actuaste como un bicho rojo. Te equivocaste con el ave. Ese ser volador que camina y aterriza solo para tomar agua. Que se remoja el pico y la cabeza. Pero que siempre termina yéndose velozmente. Y tú querías practicar ahí. Pero fracasaste. Y las hienas se rieron. Los zorros te miraron con lástima, mientras los lobos aullaban alegremente. Ahora qué te voy a decir. Nada. Sólo que camines.

3 comentarios:

Unknown dijo...

ala, tas como yo.
no te entiendo.

Anónimo dijo...

Es lamentable que una creación colectiva quede en bromas superfluas y en reflexiones ociosas sobre una generación sobre la que podría decirse más que los diálogos sosos y predecibles que esta obra de las "jóvenes promesas" nos presenta. Está por demás reiterar, como se ha hecho infinitamente en las publicidades que han precedido a este estreno, que el director está recién incursionando en los terrenos de la dirección teatral, pues es obvio que falta mucha, mucha, experiencia en este terreno. Aunque no quisiéramos ser duros, debemos decir que solo lo podría salvar su calidad de novato en el arte de la dirección teatral -calidad, afortunadamente -para él-, en la que se ha hecho hincapié en varias oportunidades en la página de la Católica, en RPP y en diversos medios en los que se ha hecho difusión de este lamentable estreno. Si no se hubiera dicho tantas veces que esta es su primera dirección, no se justificaría el rato de tedio y hastío que provoca ver esta obra mal dirigida. No podríamos aventurarnos a afirmar que se trata de una "joven promesa", pues las intuiciones mostradas en la puesta en escena dejan muchas ventanas abiertas y pocas intuiciones certeras sobre lo que un montaje debería transmitir al público. Poco recomendable...

Inadecuada dijo...

?