miércoles, 30 de enero de 2008

la PLA

La Pla. Llego la pla. Me avisaron que ya estaba aquí y entonces pensé en voz alta "llegó la pla". Dame la pla. No no no. Está en manos fuertes y duras, de esas que se cierran con dedos de acero. Pucha, pobre Pla. Tengo que liberar a la pla. Si no lo hago, la Pla se desvanecerá. Y el que la debe desvanecer soy yo. Es mi Pla.

1 comentario:

Mario Herrera dijo...

Lucha por tu pla... porque como tú... bien sabrás, si no la ves ahora, no la ves más.