jueves, 13 de noviembre de 2008

ando saludando ando

eran las ocho de la mañana y yo estaba haciendo cola para realizar una gestión en una entidad pública. de pronto me di cuenta que estaba vivo y que no debía desperdiciar este día. me tocaba ir a saludarlos a todos, decirles hola y chau. entonces hice un repaso mental de todos los familiares y amigos a los que tenía que visitar de manera rápida y urgente. tomé el primer carro que pude y me fui a chaclacayo, para saludar a mi tio. no estaba él, pero mi tía sí, me dijo hijito qué milagro, le dije que iba un ratito no más, pero sientate a tomar un jugo, no tía gracias, le dije. le di un beso a mi tía y salí, de regreso a lima me imaginaba siendo un pastor que trepaba por todos los cerros que se hallan a ambos lados de la carretera central. me bajé en circunvalación y me fui hacia monterrico. saludé a mi tía y le dije hola tía, te quiero tía, gracias por todo, medio pancito te acepto. no es hora de almorzar aún tía, gracias por el ofrecimiento. perdoname por no esperar ni quedarme a conversar. chau. ahora voy a ir a san borja, ahi viven mi otra tía, mi tío y varios primos. hola, qué tal. pasa, me dicen. entré y pasé a la sala, me senté en el sillón y luego de cuatro minutos pensé que estaba pasando el tiempo muy rápido. entonces, mi tía que me dice no te vayas sin tomarte la gaseosita que te he servido. no tía gracias. mi tío me ofrece un pan con chicharrón, le doy dos mordidas, me limpio con una servilleta blanca elite y salgo hacia surquillo, a la casa de mi padrino. hola, qué tal, si pues, no fuiste a trabajar hoy, lo noto. mi tía está en la cocina haciendo el aderezo y se siente fuerte el olor. oye y tú qué curioso que vengas así de improviso, justo tu padrino se acordó de ti en el desayuno. mira pues. qué bien, gracias. saludame a los primos, aunque no los vea nunca. tengo que cruzar hasta miraflores, mi tía no está, está mi sobrinito, dime qué pasó,. donde estan todos. no sabes, o no quieres decirme. bueno, diles que me di una vuelta por aca, que estaba de pasada. ya pues, me iré ahora hasta jesus maria. me toca, para seguir yendo donde todos los familiares. ya que estoy por esta zona, visitaré a unos cuantos amigos que viven en miraflores. hola, claro, sorry, sé que no avisé que venía, no te preocupes del almuerzo, no vine a eso, solo vine a decir hola, ahora chau. gracias, era cuestión de pocos minutos. caminaré un poco, miraré el mar. ahora pasa el micro que me lleva a la avenida brasil. vamos, ahi vive mi tia también, otra de las varias que tengo. me tomará un poco más de tiempo hacer el saludo correspondiente en esa casa, pero no me queda otra. ya son las tres de la tarde, cuanto saludo, debe ser algo más frecuente para que sea, o parezca, menos raro. es verdad, nunca voy o nunca vamos si es que no hay cumpleaños, cenas, aniversarios o alguna excusa. las razones o los motivos no tienen que imponerse. vamos siempre. voy a caminar para llegar a la casa de mi amiga en la residencial san felipe, está cerca. hola qué tal, dejame pasar, o qué ya no te acuerdas de mí, de las clases, de los lonches, qué no. bueno chau. yo quiero decir hola no más. sentarme quizás un rato, reirme e irme. reirme es irme de nuevo. re-irme. pero voy a seguir pasando a saludar a todos. porque el trámite burocrático administrativo de las ocho de la mañana me ha permitido darme cuenta que tengo que ir a saludar a todos y no estar ahí parado como un huevón, haciendo algo inútil y prescindible de todas las maneras pensadas. gracias a todos los saludados, por no preguntar mucho. iré saludando cada día más. abre la puerta, ahora que estoy en san miguel, tengo que ir donde mi amigo del colegio, lo saludaré, quizás lo abrace y me diga que chévere que viniste, y la emoción es posible que no le dure nada porque me tenga que ir en cinco minutos. eso es todo lo que dura la visita sabes. qué puedo decirte, no alcanza el tiempo. todos los saludos son para darlos hoy. el hola y el chau. el beso y el abrazo. el estrechón de manos, la mirada directa a los ojos y la sonrisa amable. vamos, tú puedes saludar. mira, sonríe, agrada y apúrate, para que los puedas encontrar a todos. debemos correr y decir hola. di hola antes de irte y no pares de reirte. así se puede lograr decir bien hola y chau.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

en serio hiciste eso???...mis tíos también están repartidos por todo lima y si voy a sus casas me engordarán...pero no los veo hace AÑOS!!

Unknown dijo...

de hecho te sentiste un poco gastón acurio entre invitadita e invitadita

chica diez dijo...

asu felizmwente toda mi familia vive en el mismo edificio jaja!

Anónimo dijo...

No se incluyen los amigos?, somos amigos?

Nos leemos.