jueves, 25 de noviembre de 2010

lucha a boca cerrada

hola querido cuerpo cómo estás? supongo que bien, como todos los días, con las necesidades y expectativas de siempre. te digo querido cuerpo porque te quiero bastante, te quiero como amigo y como varias cosas más. y porque te quiero y quiero conservarte en buen estado por un tiempo más, voy a tener que decepcionarte un poco no más, reduciendo las cantidades de comida a las que te he tenido acostumbrado durante largos años. no voy a darte tus caprichos con la frecuencia usual, sino por el contrario, serán esporádicas y muy eventuales. espero que puedas comprender esta decisión, que ni a ti ni a mi me gustan mucho, pero al parecer querido cuerpo, nos hemos excedido bastante y las consecuencias, si aún no lo son, pueden ser muy dolorosas. repito, querido cuerpo, y te digo "querido" para ablandarte y dirigirme a ti con todo el cariño posible. no van a ser fáciles nuestros días en adelante, en nuestra aventura diaria de abrir la boca y engullirse al mundo rápidamente, será una lucha a boca cerrada, en la cual no permitiré que ingresen en tí querido cuerpo, aquellas sustancias que, como un vicio, crees necesitar pero que no las necesitas en realidad, pues son objeto de las expectativas falsas que has llegado a entender como verdaderas. cerraremos un poco los ojos y la nariz para no mirar ni oler, para impedir que todas esas comidas y bebidas intenten vencer la barrera que estamos imponiendo de manera estricta y menoscaben la integridad que tú, querido cuerpo, debes mantener. gracias por tu comprensión.

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