de mi consideración:
le dirijo la presente para manifestarle mi profundo malestar por la actitud que ha tenido usted conmigo, un simple y común usuario del servicio que usted ofrece, la noche del último sábado al haberme estafado con un billete falso de diez nuevos soles (S/.10.00). yo, confiado en mi rápida mirada y revisión del billete, no me percaté de que este billete no tenía valor y de que usted había sido demasiado audaz para engañarme de esa manera tan vil al robarme, practicamente, mis diez soles.
señor taxista, yo sinceramente espero que usted obtenga un buen provecho de los diez soles que me ha sustraido con esta desfachatada habilidad y pueda conseguir algo que quizás yo no. es más, deseo de todo corazón que ese dinero que usted me ha robado le proporcione un estado de felicidad que sea inalcanzable para mí. porque estoy seguro de que usted, querido señor taxista, necesitaba hacer esto para comprar más leche, más arroz, más azúcar o más huevos huevón de mierda, para poder cumplir con la función proveedora de padre de familia o para poder satisfacer sus más ocultos vicios, de repente, comprarse unas cajetillas de cigarros o sus ricas y heladitas cervezas de tres por diez. no lo sé, nunca lo sabré, pero quizás usted, estimado señor taxista, ha conseguido hacerme un bien al privarme de esos diez soles que, de seguro, yo iba a gastar en comer algo muy fattening o comprarme algún producto inútil y banal.
finalmente, aprovecho la oportunidad para saludarlo y manifestarle mis mayores deseos de que usted, apreciable señor taxista de vehículo color rojo se estrelle pronto en algún poste, o sufra de un accidente que lo deje parapléjico y que pueda morir feliz, ratero concha de su madre.
atte.
noseasloco.
le dirijo la presente para manifestarle mi profundo malestar por la actitud que ha tenido usted conmigo, un simple y común usuario del servicio que usted ofrece, la noche del último sábado al haberme estafado con un billete falso de diez nuevos soles (S/.10.00). yo, confiado en mi rápida mirada y revisión del billete, no me percaté de que este billete no tenía valor y de que usted había sido demasiado audaz para engañarme de esa manera tan vil al robarme, practicamente, mis diez soles.
señor taxista, yo sinceramente espero que usted obtenga un buen provecho de los diez soles que me ha sustraido con esta desfachatada habilidad y pueda conseguir algo que quizás yo no. es más, deseo de todo corazón que ese dinero que usted me ha robado le proporcione un estado de felicidad que sea inalcanzable para mí. porque estoy seguro de que usted, querido señor taxista, necesitaba hacer esto para comprar más leche, más arroz, más azúcar o más huevos huevón de mierda, para poder cumplir con la función proveedora de padre de familia o para poder satisfacer sus más ocultos vicios, de repente, comprarse unas cajetillas de cigarros o sus ricas y heladitas cervezas de tres por diez. no lo sé, nunca lo sabré, pero quizás usted, estimado señor taxista, ha conseguido hacerme un bien al privarme de esos diez soles que, de seguro, yo iba a gastar en comer algo muy fattening o comprarme algún producto inútil y banal.
finalmente, aprovecho la oportunidad para saludarlo y manifestarle mis mayores deseos de que usted, apreciable señor taxista de vehículo color rojo se estrelle pronto en algún poste, o sufra de un accidente que lo deje parapléjico y que pueda morir feliz, ratero concha de su madre.
atte.
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