lunes, 20 de junio de 2011

chavo, chavito... ese chavo


desde niño tuve siempre acceso a la tele, a todos los programas de niños que daban en esa época y me pegaba a los dibujos y series que estaban dirigidas a ese "público infantil" del que yo formaba parte. por esos años, principios de los ochentas, muchos dibujos pasaron por los canales de televisión y cada vez que salía un dibujo nuevo, el anterior pasaba de moda y yo lo abandonaba. pero hubo un programa, de hecho, que era el mejor. un programa para el que siempre existía un tiempo, la preferencia por él no tenía rival ni competencia válida. el programa más esperado y por el cual yo terminaba las tareas del cole lo más rápido que pudiera: "el chavo del ocho". nada podía reemplazar el momento de ver "el chavo", no existía para mi un instante de mayor alegría televisiva, verlo salir del barril mientras escuchaba al locutor diciendo: "este es el programa número uno de la televisión humorística... el Chaaaaaaaavo" y luego mencionaba uno a uno a los actores y el nombre de su personaje, terminando con el productor enrique segoviano y el director roberto gómez bolaños. no recuerdo la primera vez de cada capítulo, pero sí me acuerdo de las risas y carcajadas (y algunas penas y tristezas) que me provocaban todas las escenas, que a pesar de haber sido ya vistas con anterioridad causaban la misma gracia (y a veces más). no podía reirme más cada vez que el chavo metía la pata, cada vez que don ramón se escapaba del señor barriga, cada vez que Quico sacaba el mejor juguete de su casa para "ganarle" al chavo, cada vez que la chilindrina con viveza se burlaba y les ganaba al chavo y a quico, cada golpe que recibía el señor barriga, cada vez que la bruja del 71 se le insinuaba a don ramón y cantaba "que alegre va maría", cada vez que llegaba el profesor jirafales y a doña florinda le cambiaba la cara de repente, mientras sonaba una melodía romántica muy graciosa y se decían el diálogo siempre repetido de la tacita de café, cada vez que el chavo se metía al barril llorando pipipipipi y estando dentro del barril le decía a la chilindrina "pásale", cada vez que don ramón pellizcaba a quico y ponía su cara de placer mientras lo hacía, cada vez que quico decía tres o cuatro frases antes de decir "me doy", su cara de molestia al decir "no me simpatizas" o "cállate cállate que me desespeeeeeeeeerás", cada vez que la bruja del 71 decía que no era bruja, y don ramón la defendía diciendo que su nombre era doña clotilde, pero que de cariño le decían bruja, cada vez que doña florinda con sus aires de grandeza le decía a quico: "vámonos tesoro, no te juntes con esa 'chusma'"(chusma fue una palabra que definitivamente el chavo hizo famosa, antes yo ni siquiera sabía qué significaba). son miles de situaciones que en este momento no puedo ponerlas todas, qué más quisiera, pero sé que de niño siempre me divertí con el chavo y que ahora adulto también me divierto, aunque me pregunten que cómo me puedo reir si ya he visto las mismas situaciones más de cien veces. para eso no hay respuesta alguna que valga, porque las hilarantes y repetidas situaciones que se dan en el chavo no fueron hechas "sin querer queriendo" sino "queriendo con querer". y luego de haber compartido con esa vecindad más de veinticinco años (en mi caso) uno no pudo hacer otra cosa que encariñarse con cada uno de los personajes y matarse de la risa con el chavo quedándose dormido en el patio de la vecindad, con quico haciendo como ambulancia, con doña florinda y su peinado del "salón de belleza", con el profesor jirafales (o maestro longaniza para los patas) tratando de educar a don ramón corrigiendo sus errores al hablar, con el señor barriga aplaudiendo para hacerle barra a su equipo "monterrey, monterrey, monterrey, rra, rra, rra", con la chilindrina llorando "güeee güeee güeeee, vas a ver te voy a acusar que me gritaste, que me pegaste y me agarraste a patadas", con quico gritando "mamáaaaa" para todo y castigando al culpable de siempre "ron damón" con su "chusma, chusma, pfff", con don ramón vendiendo "la lechi" o de "ropavejero" o de "peluquero" (fígaro, fígaro) o de "carpintero" o de "zapatero", con la bruja del 71 preparando pasteles y comidas en su afán de enamorar a don ramón sin ningún éxito y obviamente con el chavo del ocho cazando lagartijas con la resortera, coleccionando "inseptos" que mataba con gasolina, lustrando zapatos "dando bola", haciendo equilibrio con la escoba, juntando botellas para venderlas al señor de la tienda y poder comprarse la tan ansiada "torta de jamón", durmiendo en la puerta de la casa de don ramón para que le dé su desayuno, jugando con la chilindrina y siendo víctima de sus trampas, compitiendo con quico al que siempre le "descalabra los cachetes" con tres puñetes, enamorándose de patty y desmayándose después de recibir un beso de ella, vendiendo aguas frescas en la puerta de la vecindad, de jamaica, limón y tamarindo (no hay de piña), comiéndose todos los churros que don ramón le había encargado que cuide, saliendo debajo de la mesa de la casa de don ramón cuando se hizo la sesión espiritista de los espíritus chocarreros, pateando penales y gritando "goooool de borja", aprendiendo a guitar la tocarra, presentando su innombrable número del "perro arrepentido" (catorce veces), yendo de invitado por el señor Barriga al viaje a Acapulco, luego de quedarse solito y abandonado en el patio de la vecindad (lagrimón), siendo expulsado de la vecindad por ratero (uno de los capítulos más tristes sino el más triste de todas las temporadas) por culpa del señor hurtado que guardaba todo lo robado en su barril, o persignándose como loco dentro de la casa de la bruja del 71 y diciendo "otro gato" y escapándose de todos en la vecindad que lo perseguían porque no se quería bañar. hay muchas más situaciones definitivamente, estos son algunas de las que me acuerdo y que quise escribir aquí y compartir para celebrar hoy 20 de junio de 2011 los cuarenta años de la primera emisión del chavo del ocho y agradecer a roberto gómez bolaños, carlos villagrán (pirolo), florinda meza, maría antonieta de las nieves, rubén aguirre, edgar vivar y angelines fernández por el tremendo programa que hicieron todos y que nos dejo muchas alegrías y recuerdos imborrables. en verdad no pensé escribir tanto, pero "se me chispoteó", así que sólo me queda decirles: "bueno, pero no se enojen".

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