jueves, 28 de mayo de 2009

esta boca es mía

Un día se cansó de todo y habló fuerte. Dijo: "esta boca es mía" y gritó para que se oyera su voz y se supiera cuánta ira podía tener guardada dentro de sí. Luego del escándalo que hizo y del alboroto ocasionado, su interlocutor dijo "esta mano es mía" y le propinó un tremendo puñete en la mandíbula. Inmediatamente se le quitaron todas las ganas de gritar. Al irse derrotado, caminaba rumbo a la puerta de salida y se cruzó con una mujer desconocida y le dijo: "este pito es mío". Ella lo miró con desprecio y le dijo "este poto no es tuyo".
.
.
.
qué soez!!