lunes, 30 de octubre de 2006

ahí está la pared

Carajo, sí lo sé. Me dijiste que no lo escribiera acá, que era mucha exposición. Pero igual, yo no hago caso. Y si quiero ponerlo es simplemente porque esta es mi página, es mi blog y acá escribo. Con o sin sentido, pero acá voy a transcribir ese hecho. Si fue el sábado o el domingo no lo recuerdo, no sé a qué hora ocurrió. Suéltame, que voy a escribirlo de una vez para que se lo sepan. Después no quiero que digan, pucha juan pablo no debiste ponerlo en el blog, te maleas. Me da igual ¿sabes?. Una vez publicado acá, ya fue ya. Caminaba mirando la pared al final de la calle y estaba muy oscuro y mi miopía afectaba jodidamente mi percepción. Entonces seguí caminando porque detenerme no era una opción. Suéltame, sí lo sé, carajo, tú me dijiste que no lo hiciera, que no vaya. Pero fui, fui. Y nada pues, este sabadomingo, esta mitad de la madrugada y casi sin ver. Camino firmemente, sin alcohol en la sangre, pura cocola, pura chichita, rica canchita. No tenía más dentro de mí organismo. Tenía en mi mano el correo impreso, en el que aparecían las indicaciones, la dirección y la foto. Mis pasos se hacían más veloces, carajo mis piernas se movían locamente. Y al fondo esa pared, que se hacía mas cercana. Yo no hago caso. Esta pared la conozco, ya la he visto antes, pero de día, o de tarde, pero no de noche, no esta noche, o madrugada si quieren. No, así no. Estoy caminando, queriendo frenar. Las manos me tiemblan un poco de nerviosazo no más. El papel con las indicaciones ya no lo quiero leer. Porque ya me las sé, pero nunca las sigo. Sé y nuevamente repito, lo sé. Por eso es que no hago caso a lo que me dijiste y escribo esto aunque a ti te joda y prácticamente me hayas querido quitar el teclado. Pero, ¿qué opción tengo?. Me voy acercando a la pared. Me la treparé como spider man... Y si me caigo, me saco la entreputa. No, gracias. Prefiero seguir escribiendo no más. La cosa es que mirando la foto me pregunto si estoy viendo bien. Lo único que distingo son unos árboles de tallos gruesos y unas hojas verdes y otras lilas. Ya no camino ahora. Me voy deteniendo ante la pared cercana. Estiro mi brazo y con mi dedo casi puedo tocarla. Sentir esa aspereza de la pared, de esta pared verduzca, me alerta, me dice juan pablo no seas loco, no camines mas. Yo no camino más, yo me siento, como dice la típica 73. Yo no camino más, yo me siento. Sentado no es, pero sí, carajo, ya lo sé, me dijiste, sentado no es, pero.... no espero.

1 comentario:

La secta del tenedor dijo...

hola, paso por aqui para agradecer tu visita por mi blog,

mm..no es justo que termines tu relato asi!!
ke mas pasooo!!

jajaja..la proxima vez..
como dice calle 13..ATREVETE TE TE.. y anda a las reus.

saludos!